Mensaje recibido el 23 de diciembre de 2024
Cuando recibí el mensaje “El que lucha lo hace por mí y por los míos” le pedí al Señor que me explicara
cómo es el mundo espiritual, para entender de mejor forma la manera de prepararnos para la batalla
y la respuesta que recibí es la que les comparto en este mensaje.
¿Cómo es El Mundo espiritual Señor?
Mensaje:
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Es como el mar, es como las olas del mar, siempre se mueve, pero se mueve también bajo
la voluntad de mi Padre. Quien obedece y muere en la Cruz aprende a “nadar” en el mundo
espiritual, el que no lo hace, va siendo cubierto y se pierde.
No existe manera de que un hombre luche contra las olas y contra las corrientes del mar,
así también no hay forma de permanecer en la vida de mi Padre sin mí, porque las olas lo alejarán.
La roca soy YO y mientras estén en mí estarán firmes y las olas no los alcanzarán. El mundo espiritual,
que es donde deben luchar, es así y deben buscarme como su sustento para que las tormentas no
los hagan caer, porque Satanás buscará la forma de hacerlos caer de la roca. Sólo basta que caigan
de la roca, para que el mar los vaya alejando ola tras ola, cada vez más lejos. Satanás no necesita
alejarlos, solo le basta con que mi iglesia los hijos que me han sido dados, caigan de la roca, que soy
YO, el resto ocurrirá sin remedio.
Ustedes no deben batallar contra las olas; cuando los míos intentan batallar contra ellas se
pierden, lo que deben hacer es batallar por permanecer en mí, en la roca, porque YO soy quien da
la batalla contra las olas y contra la tormenta, no ustedes, YO soy quien permanece y no ustedes,
YO soy la roca. La búsqueda es permanecer en mí, esa es la manera en que mi iglesia da la batalla.
Lo que deben hacer ustedes es ser testigos de mi victoria, párense con firmeza en mí,
aférrense a mí y síganme. Honro a mi Padre y doy testimonio de aquellos que me aman, de aquellos
que me tienen por vida. Doy vida al que me sigue, al que construye su vida en mí, al que me pone
como luz en el camino hacia el Padre. Soy la luz, soy el camino, la verdad y la vida y nadie llega al
Padre si no es por mí. Por mí significa para mí, en mí, conmigo y tomando mi victoria, es decir, ser
testigos de mi victoria.
Cada paso que doy en el campo de batalla es como un estruendo que hace temblar la tierra,
cada palabra mía es un torrente de verdad y justicia; todo cae ante mi nombre, porque estoy en
ustedes. Mi luz es tan fuerte que derriba cualquier espíritu inmundo sólo al saber que me acerco,
sólo al recordar mi nombre cae el ejército del enemigo, porque saben que vencí. Los montes se
abren, los enemigos caen y la tierra tiembla a cada paso mío, esta es la forma en la que me ven en
el mundo espiritual los míos y también mis enemigos. Es por esto que después vendrá el lloro y el
crujir de dientes, porque reconocerán al Hijo del hombre enaltecido y vencedor. Mis ojos son como
el fuego consumidor, mis vestiduras como el lino fino, pero que resplandecen, porque no tengo
armadura, la armadura soy YO. Ese es el poder del Hijo de Dios en la vida espiritual de todos, así me
ven los enemigos, porque me conocen, me han visto y han huido despavoridos. Mi presencia les
recuerda su derrota y los muestra tal como son, débiles y derrotados. Cuando vean al enemigo con
mis ojos lo verán débil y derrotado, temeroso y huyendo. Deben tener mi mente, mis ojos y mi
obediencia, YO soy la armadura, la que describí en las escrituras, la que mostró mi Padre, soy YO.
Vístanse de mí para la batalla y pidan revelación de lo que soy en cada parte de la armadura. Cuando
el enemigo vea en ustedes mi luz, entonces huirá y caerá sobre sus rodillas derrotado.
Cada ola del mar sobre ustedes es una oportunidad para aferrarse a mí, para crecer en mí.
Mientras más me levante en ustedes, más protegidos están contra las olas del mar, hasta llegar al
punto de que esas olas dejarán de ser una amenaza y, cuando ello ocurra, entonces podrán dar la
batalla.
Los ataques de Satanás a través de algunos hombres, son las olas de las cuales aprenderán a
aferrarse a la roca.
Cada ataque, cada ola recibida que quiere alejarlos de mí ha ocurrido por voluntad de mi
Padre, para que aprendan a sostenerse en mí. Habrá más y deberán aferrarse aún más.
El sueño que di a X es para mostrar lo que viene para ustedes: cómo las olas intentan
sacarlos de mí, esa es la lucha, la batalla que deben dar, no contra las olas para que estas retrocedan,
sino para permanecer en mí.
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