09 de septiembre 2024
Oración:
Que tu sabiduría llegue a nosotros cada día para que en nuestra debilidad sea tu gloria la que se vea y sepamos quién eres tú realmente; nuestro Dios, nuestro Padre y nuestro Señor.
Mensaje:
Habla el Padre
¿Qué cosas son las que deben hacer, qué cosas deben cumplir en mi voluntad? Es
lo que quiero mostrarles para que mi propósito se cumpla. No hay santidad sin las obras del Espíritu y no hay vida sin mi Espíritu en ustedes. La vida que les doy es para que estén conmigo y para que el mundo me conozca y sepa quién soy, pero siempre con mis hijos, con mi iglesia.
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La vida de los hijos de Dios es santa en su propósito, pero muerte fuera de Él. Si oyen lo que digo y hacen lo que encomiendo, entonces estarán en mi vida y en mi Espíritu.
El camino tiene siete hombres, siete hijos que deben ir preparando mi obra, ya algunos llegaron, pero aún faltan. Siete son y serán los que encaminen a mi iglesia por mis propósitos, busquen sus rostros y sepan quiénes son en oración.
Son los humildes y obedientes que están en mi propósito y que buscan hacer mi voluntad, que no duerman ni descansen por mi iglesia si lo pido. Ellos sabrán consagrar sus vidas a mí y me ponen en primer lugar, ellos sabrán seguir mi camino sin tropiezos y mostrarlo a los demás que llegan. Saquen de su mente los prejuicios y las dudas y que mi vida manifestada en ellos los guíe para saber quiénes son.
En humildad deben recibir mi mandato y quien no lo reciba atrás quedará.
Porque no hay vida sin obediencia, El que recibe mi palabra y mi guía en obediencia puede mostrar el camino a otros de mis hijos, pero sin soberbia. Si tienen a mi Hijo con ustedes y a mi Espíritu ¿por qué aún no caminan con paso firme? ¿Por qué algunos de ustedes dudan?
Habla el Hijo
Los tibios serán el alimento del fuego eterno, los tibios creen ser de mi iglesia pero no lo son. No hay camino para el tibio ni respaldo para el que desobedece. ¿Si no están en mí, entonces de qué iglesia hablan? Mi iglesia es de vencedores, no de débiles ni de orgullosos que siguen ciegos.
Mi iglesia es perfecta y santa para mi Padre y para mí.
La muerte en la obediencia recibe el mayor de los galardones; ¿Podría ser mi galardón una iglesia desobediente? ¿Podría ser mi novia una virgen con mancha, o tibia en su fe? Ya no hay tiempo para ser tibios, desobedientes ni orgullosos, porque mi iglesia necesita la santidad en el Espíritu para combatir y no quiero a mi iglesia en la penumbra, ni lejos del camino de mi Padre.
Si siguen en oración lo que mi Padre muestra, entonces serán la iglesia santa y mi mayor galardón en el cielo, porque me entregué a la muerte en la cruz voluntariamente.
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