Mensaje recibido el 7 de abril de 2024
Mensaje:
Habla el Padre
Para mis hijos amados; amados por el amor de mi Hijo y amados por Mí. Cuando hablo lo hago por amor y misericordia, aunque duro sea. La vid es como la fuente de toda sabiduría y vida, es la que debe asegurar el crecimiento del fruto que a ella se sostiene y se aferra. Deben aferrarse a mi palabra así como el fruto se aferra a la vid, que depende de ella para alimentarse; así mis hijos dependen de mi palabra y de mi guía, porque todo comienza en mi voluntad y todo termina, también, en mi voluntad.
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La palabra tiene para mis hijos no sólo salvación, sino vida para la eternidad.
De la palabra mía viene el conocimiento, es el árbol del conocimiento para ustedes hoy. Mi palabra es sagrada y de mí conocen tanto lo bueno, como lo malo que no deben hacer, para que sean cautelosos. Es con amor que la entrego, para que se nutran de ella, así como se nutre un cachorro de su madre y de su padre.
Soy su Padre y de Mí se nutren, soy la verdadera fuente de sabiduría por siempre y para ustedes, mis hijos. Hoy las demás criaturas del cielo no se nutren de mi palabra, sino de mi presencia en el cielo, de mi luz en el cielo, más ustedes, se nutren de mi palabra, para ser luz en la tierra, porque tanto los he amado que mi deseo es que mi luz al mundo llegue a través de mis hijos. Siendo yo la luz, he dado a ustedes la misión y el propósito de ser luz en el mundo.
¿Acaso mi luz no puede llegar al mundo sin ustedes?
Pero en el infinito amor y misericordia que les tengo hijitos, he puesto mi luz en ustedes para mostrar al mundo que los he amado como a mis hijos que son y les entrego mi luz, para que sea derramada en el mundo, para que sean faro para el perdido, para que sean faro para el confundido y no para ustedes mismos. Mi propósito en ustedes es que la luz que les he dado sea entregada a otros que no tienen luz en sus vidas. Sin luz no hay vida y sin luz no llegan a mí. Mi Hijo es la luz para ustedes y es la luz en el mundo, allí está y fue entregado en amor por mí y en obediencia y amor por mi Hijo, que se entregó a ustedes.
¿Acaso no estaría mi Hijo en paz y con su Padre en plenitud?
¿Y no se entregó y se dejó en ustedes para ser luz?
Entonces, ustedes deben entregarse también para ser luz, porque es mi voluntad. Aquél que comprende este propósito entrega su vida por los demás, así como mi Hijo entregó su vida por ustedes. Así se entregó Pablo por ustedes, así está hoy conmigo, por amor y por obediencia. Si hay entrega hay vida y esa entrega es por otros que me aman y me buscan. Este es el verdadero amor a mí, entregarse por otros; ese es el propósito para mis hijos, que se entreguen por otros en Cristo mi Hijo, y ser bastión de
fortaleza para justicia de mi nombre.
Si el camino señalado es demasiado, es porque lo siguen en sus propios pies y tomaré la mano de mis hijos para dar vida a mi Hijo, que será quien haga mi voluntad en ustedes plenamente, así como tomo tu mano para recibir mi palabra, porque no hay nada en ti que te haga ver lo que veo, pero hay amor de mí hacia ti y hacia todos mis hijos. Por amor es que hoy te sostengo, a pesar de ti y de tu falta de madurez, todo lo que veo en ti es la vida de mi Hijo que se manifiesta con libertad.
Si mi Hijo y su amor en ustedes es libre de hacer mi voluntad, es entonces el paso para hacer mi propósito y es lo que busco en cada hijo: que mi Hijo amado tenga un templo, una casa y una oveja de la cual ser el primero y que produzca en ellos el amor hacia mí.
Si muestro esto es porque no quise hacer templo mío en la tierra, mi templo fue destruido por mí, porque ahora construyo mi templo en ustedes y con ustedes. Ese templo debe ser sagrado y debe ser luz visible en la tierra para mis hijos amados. ¿Hay acaso un templo que sea oscuro y tenebroso? ¿Hay acaso un templo que sea de vanidad y mayor que Dios? No hay ninguno que sea más que el Padre, pero por el Padre será enaltecido hasta lo sumo, por amor y por justicia, por la muerte de quien se partió en vida por
ustedes.
No me canso ver y de agradarme de mi Hijo amado, que fue templo, cordero, hijo y amado por ustedes, que reposó su cabeza con humildad y amor en uno de ustedes. Es la muestra mayor de amor hacia ustedes y me enterneció hasta lo más alto y profundo, ver a mi Hijo descansar y reposar en uno de ustedes.
Hoy deseo que mi Hijo repose su cabeza en esta iglesia, que descanse su Espíritu y que ustedes descansen en su amor, porque han visto lo que veo en Él, porque lo han amado en verdad. Hoy mi Hijo amado reposa su cabeza en ustedes y se ve en ustedes como Yo los veo en Él. Esto sí dice ser la luz del mundo cumpliendo mi voluntad.
El descanso de mi Hijo en la iglesia amada es lo que espero para cada una de las iglesias locales; que sean una en Él.
Si mi Hijo los ama, Yo los amo, si Él los cubre, Yo los cubro y si su cabeza reposa en ustedes es porque la obra de su ida a la tierra comienza a ser cumplida. Él los señaló y los muestra, los ama y los hace uno en amor, para honrarme; para honrarme como Padre y como Dios que Soy. Soy el que Soy y mi Hijo señala a aquellos que entran en mi reino; a aquellos que me agradan señala, a aquellos que están en Mí y conmigo.
Mi amor es también ira hacia el mundo, pero regocijo en mi Hijo amado, que descansa en su iglesia y reposa en su novia, en el regazo de su amada iglesia, porque han tomado su cruz y han tomado mi camino. Ese amor en ustedes es el que hace que mi Hijo reconozca el lugar de reposo que he preparado para Él.El lugar de reposo ante el desvelo que lleva por ustedes, ante la iniquidad del mundo. La mentira, el deseo carnal y la falta de amor, es lo que deja a mi Hijo en la falta (ausencia) de su novia, se duele y se desvela por cada uno de ustedes, pero hoy reposa su cabeza en el regazo de su novia, que ya ha entregado su amor a Él, por obediencia a mí.
Sigan el camino mostrado, porque están en Mí y están por mi Hijo amado en lugares celestiales, preparados de antemano por Mí y para mi propósito en ustedes.Este Hijo amado y entregado por ustedes es quien hoy sonríe y reposa con su amada, por aquella por quien se entregó y que así me enterneció hasta lo sumo, por la pureza con la que la amó desde el primer día. Ese amor es puro y es inimaginable para el hombre, pero realidad en Él.
Los amó por la gracia de su Padre y hoy se alegra de la vida en ustedes que serán luz
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