La tierra fértil es mi hijo amado

Mensaje recibido el 30 de marzo de 2025


Oración:
Con humildad Señor asumo tu autoridad, me he preguntado por qué me escogiste para recibir tu
palabra, porque sé que hay hijos tuyos más obedientes que yo, pero en mi debilidad aprendo a
aceptar que eres soberano y que, a pesar de mi poco crecimiento en ti, me has escogido. Perdona mi
desobediencia y has en mí tu entera voluntad.
Mensaje:

[Habla el Padre]
Si cada hombre tiene en él la vida de mi Hijo, entonces no habría necesidad de la muerte en
el camino de la cruz. Esto ocurre para que MI VIDA y SU VIDA sea en los hombres.
Deben nacer de nuevo en mi Hijo amado, y nacer de nuevo significa que mueran antes, para
que la semilla de la fe y de la obediencia crezca en ustedes, mis hijos. La muerte al mundo y a la
carne significa que mi palabra ha caído en tierra fértil, porque la tierra fértil no es de este mundo,
sino que viene del cielo.
Del cielo la tierra fértil fue enviada a ustedes, la tierra fértil no está en ustedes, sino en mi
Hijo. La tierra fértil es Cristo en ustedes, entonces para que mi palabra caiga en tierra fértil debe
caer en mi Hijo. Es por esto que les muestro que el camino de la cruz es para que haya tierra fértil
en ustedes. Sean tierra fértil para que mi palabra produzca el fruto bueno. Hay aún en mi iglesia
quienes no son tierra fértil, habla de ello para que se produzca la muerte en la cruz en sus vidas, que
sepan que los amo y los quiero conmigo, pero, la tierra fértil no es ellos, sino mi Hijo amado y no lo
veo en ellos en abundancia, porque aún esperan del mundo y de ellos mismos.
Que no sea así, porque hay mañana una batalla de la que saldrán heridos y dañados y no
quiero a mis hijos heridos. Cada palabra que yo les doy es para que mi Hijo crezca en ustedes y sean
en Él, tierra fértil.
Di a Marcela que la tierra fértil no es ella, sino Cristo en ella. Ricardo y Anny deben ser tierra
fértil, porque en ellos mi Hijo no da vida a mi palabra. Si no hay vida en ellos mi palabra muere; no
hay vida en la tierra infértil, no hay luz sin mi Hijo.
El camino a mi es en Cristo, el camino a la santidad es en mí, el camino a mí es en la cruz y
con el pan de vida que es mi palabra, pero mi palabra en ustedes no produce frutos buenos si no
está mi Hijo en sus vidas. Si no hay tierra fértil mi palabra no da frutos y si reciben mi palabra en el
mundo; en ustedes, entonces, mi palabra es muerte, mi palabra trae condena al pecado y no hay
verdad si no está mi Hijo. Mi palabra es la verdad y mi Hijo la hace vida en ustedes.
No hay palabra de vida en ustedes si no mueren a sus intereses, a su pecado, a su propio
camino y a sus propósitos. La cruz para ustedes es vida, porque vida crece y germina en tierra fértil.
No intenten ser tierra fértil porque no lo son, si lo fueran, mi Hijo no habría muerto por
ustedes; si lo hizo, fue para darle vida al que estaba muerto, y esos son ustedes.
No hay forma de que la palabra de vida sea en ustedes, sin la muerte en el camino de la
cruz, y es camino porque va progresando, avanzando, pero les he dicho que no sean lentos, porque
el que no obedece, queda atrás y el que obedece, que es mi Hijo, es el que llega a mí.
¿Cuándo van a ver que nos son ustedes los que llegan a mí, sino mi Hijo en ustedes? Él viene
al Padre y trae a su iglesia con Él, entonces, Él es la tierra fértil en la que la semilla brota y germina
y crece y nace el fruto de la vida, el fruto de mi palabra.
Trae tu vida a mi Hijo y no te aflijas por ser poco digno, porque sí lo eres, pero hermoso en
mí, en mi Hijo, y te amo por Él. No dejes que tus dudas te distraigan ni que te confundan, porque
eres mío y de mí y para mí, en todo, como quiero que todos mis hijos lo sean.
No dejen de buscar mi palabra, pero no dejen de ver que es en mi Hijo, Cristo Jesús, que mi
palabra cobra vida.
No tienes mis ojos, pero tienes a mi Hijo, no tienes mi mente, pero tienes a mi Hijo, no tienes
mi amor, pero tienes a mi Hijo; estabas perdido, pero tienes a mi Hijo. En Él se cumple TODO, en Él
lo tienes TODO y por Él llegan a Mí.
Mi Hijo amado, que hoy reposa en mí, conmigo y para mí, sufrió hasta lo indecible por
ustedes, para que sea glorificado en ustedes. ¿Cómo se glorifica?, siendo tierra fértil en ustedes,
porque produce obediencia, produce amor, produce sabiduría, produce justicia, produce fe
verdadera, la paciencia y el perdón a sus semejantes y a ustedes mismos.
Quien pone la otra mejilla es Él y no ustedes, quien es sabio es Él y no ustedes, quien
renuncia al pecado es Él y no ustedes, quien busca la verdad es Él y no ustedes, es por esto que
deben morir. Si YO produzco el querer y el hacer, es porque ustedes estaban en pecado, más hoy
están en Cristo y Él es tierra fértil, Él es santo y puro, y en ustedes debe ser glorificado.
No es una petición, es mi voluntad, mi Hijo DEBE ser glorificado en ustedes y si eso no ocurre,
entonces están en desobediencia, porque mi voluntad ya fue dicha.
Si mi Hijo es glorificado en su iglesia, será cumplida mi voluntad. Las iglesias que no glorifican
a mi Hijo pueden ser olvidadas por mí, porque si no han tomado vida de Él, entonces ¿qué son?, son
tierra infértil, hijos de la desobediencia e indignos de estar en mi presencia.
Las bodas del cordero no son otra cosa que el momento en que la iglesia triunfante llega al
Padre, es el momento en que la iglesia glorifica hasta lo sumo a mi Hijo, al ser recibida por mí, para
siempre.
Las iglesias que no obedecen y que no fueron tierra fértil no serán dignas de estar ante mi
presencia. Lo que ustedes deben hacer es lo que YO diga; ocuparse de los más pequeños, para que
estén en mi Hijo, cubrirlos y alimentarlos. Los pequeños deben ser obedientes en mi palabra y
aprender a morir, para ser tierra fértil, porque no hay otro camino que mi Hijo.
No sean como los que oyeron y no murieron, no sean como los que oyeron y fueron
superados por el mundo y consumidos por el mundo. Mi fruto sólo llega cuando ha germinado la
semilla y ha echado raíz profunda en sus vidas. Esas raíces profundas solo crecen en mi Hijo, siempre
amado. Los que están muriendo en la cruz con dolor, son los que están entregando su vida a Cristo;
los que no, sólo siguen su corazón y siguen siendo necios, y recuerden que el necio debe ser botado
de la roca, porque la roca no es para él.
La culpa no les sirve y el arrepentimiento tampoco, porque es el crecimiento de mi palabra
en tierra fértil, el que produce crecimiento y luego, fruto. No se adelanten a buscar los frutos, antes
de ser tierra fértil, o sea, antes de ser de mi Hijo; antes de morir en la cruz.
El grano de trigo, primero muere, luego, busca y necesita tierra fértil, luego necesita agua,
que es mi palabra, luego hecha raíz y crece, para que, finalmente, tenga el fruto de la vida de mi
Hijo. Mis hijos hoy buscan primero el fruto y lo visible, porque no son pacientes. La paciencia permite
que todo el crecimiento se produzca con raíces profundas; sin raíces profundas el viento se llevará
lo poco que germinó.
El viento son los mensajes torcidos, el viento es la palabra engañosa que se lleva la semilla
que germinó, pero que no tiene raíz profunda. Las palabras engañosas ensucian la tierra, la hacen
poco fructífera y lo que allí germina, se lo lleva el viento.
No permitan la palabra engañosa, combatan la palabra engañosa y la mentira, porque de
ella sólo viene tierra que parece fértil, pero no lo es. Combatir la palabra engañosa no es combatir
al que la entrega, pero tampoco deben dar tribuna en mi iglesia al que entrega la mentira, porque
de la mentira y el engaño no viene la vida.
La tierra fértil es Cristo, y Cristo es revelado en la muerte en la cruz y en la verdad.
Deja a los necios que sean necios y engañados, porque el necio nunca tendrá tierra fértil y
mis hijos no deben oír ni traer al necio ante mí. El necio seguirá su propio camino y nunca morirá,
por lo tanto, nunca será tierra fértil y mi palabra no germinará, y si algo germina, no echará raíces y
el día de la prueba, será llevado por el viento, errante y perdido. El necio que hable en mi nombre
entre ustedes, debe ser resistido y develada su necedad y engaño, ante toda mi iglesia. Todos deben
reconocer a quien se hace pasar por mi Hijo amado y por mí, porque no ve la luz y, si no es enviado
por mí, por satanás fue enviado, para confundir y hacer tierra infértil en mi iglesia y entre los míos.
La luz muestra la verdad y el camino verdadero, pero también debe mostrar el engaño, la
mentira y el camino sinuoso que lleva a la muerte; si no lo muestra, entonces no es mi luz, no es la
verdad y no llega a mí ni los llevará a mí


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