Mensaje recibido el 29 junio de 2024
Mensaje:
En el nombre de Jesús los justos son justificados y protegidos por el Padre en el nombre de su Hijo, la vida llega al que lo ama y lo sigue. Sin tu amor no existe vida, pero en ti está el sustento y la certeza del poder de Dios que se manifiesta en su Hijo Jesucristo.
Ver el mensaje completo
La vida es lo que hace a los hombres tener la luz y el poder de Dios manifestado en ellos y ese es el poder que hoy llega al hogar de cada uno de los hijos que han decidido ser parte de Cristo y, por lo tanto, ser su iglesia. Si la iglesia es santa en Cristo y santa por su obediencia, entonces el poder de Dios se manifiesta en ella por misericordia. Que la misericordia de Dios se manifieste plenamente en esta su iglesia, para que el reino de Dios llegue a los hombres que han sido justificados.
No hay nada en este mundo que pueda dañar a un hijo de Dios, fuera de lo que su Padre aprueba, por la manifestación de la vida de su Hijo en ellos. Cada pérdida en el mundo es ganancia en los cielos.
Hijos míos, cada vez que perdieron y pierden en el mundo una piedra que parece preciosa, están ganando riquezas verdaderas, es, entonces, una ganancia para ustedes, siempre. Es como cuando un niño entrega una piedra a su padre, creyendo que es importante, por amor, y el padre, a cambio, le da su amor, su atención y alimento verdadero; oro y sustento, solo por el amor que ve en su hijo hacia él. Ese amor es el que los lleva a la obediencia, porque es un amor que entrega y no que espera recibir.
Reciban de mí, amor eterno, porque ese amor lo da todo por una piedra de río, es el amor que les tengo y que hace que hoy los cubra, los alimente y los haga victoriosos. La victoria no es lo que deben buscar para ustedes, si no a mi Hijo, porque la victoria es de Él. Hagan mi voluntad y serán recompensados en el cielo, más allá de lo que imaginan.
Lo que les sucede hoy es lo que he determinado como bueno para ustedes, lo bueno trae alimento y muerte en la carne, es el camino que he preparado para ustedes, un camino de renuncia al mundo y de abrazar a mi Hijo, por amor.
La duda del que debe renunciar trae confusión a mis hijos, renuncien sin dudar y vean al que renunció, porque ha llegado donde quiero que estén todos mis hijos, esperando sólo de mí y no del mundo. Si esperan del mundo, poco o nada esperan, mas, si esperan de mí, todo lo esperan, porque lo eterno viene de mí y lo más grande está en los cielos y no en la tierra.
Nada hay en este mundo que sea bueno para mis hijos. Busquen y miren mis riquezas y no la del mendigo que no tiene nada, pero que cree ser rico, porque tiene una piedra de río. No sean como el que busca esa piedra y se desvela por esa piedra; más bien entréguenmela por amor, aunque ningún valor tenga para mí, porque valioso es que me la entreguen y no lo que me entregan. Cuando entregan, el Padre ve sus corazones doblegados y en renuncia al mundo; ese es oro que recubre la piedra de río que entregan, es lo que busca el Padre en ustedes, la entrega, renuncia al mundo y a ustedes mismos. Si esa entrega no es verdadera en ustedes, entonces ¿cómo darán testimonio y serán luz? ¿Cómo serán faro si la luz no tiene renuncia al mundo? Que tu corazón esté en el Hijo y en el Padre, para gloria de la iglesia, que es Cristo en la tierra.
Oración:
Padre, que tus ángeles protejan el hogar de cada uno de los miembros de esta iglesia, para que aprendamos a ver tu poder en nosotros manifestado por tu amor y misericordia. Que cada uno de nosotros viva en el camino de la cruz, que es renunciar a nosotros mismos y al mundo, por amor a tu Hijo.
¿Tienes dudas o quieres más información? Contáctanos aquí